Gestión experta de contratos de obra
Ley de Contratos del Sector Público
Tabla de contenidos
LCSP Riesgo y Ventura: Entendiendo su Impacto en los Contratos Públicos
El LCSP riesgo y ventura es un tema crucial para cualquier licitador de contratos con la administración pública.
En este artículo, se profundizará en el funcionamiento y manejo de este concepto, tal como lo introduce la Ley 9/2017, de 8 de noviembre, de Contratos del Sector Público.
La LCSP incorpora la noción de que la ejecución de ciertos contratos, especialmente los de concesión de obras y servicios, se realiza bajo la modalidad de «riesgo y ventura».
Esto significa que, a excepción de situaciones de fuerza mayor, el contratista asume el riesgo inherente a la ejecución y explotación de las obras o servicios contratados, lo cual impacta directamente en la forma en que se gestionan estos proyectos.
En este artículo, se profundizará en el funcionamiento y manejo de este concepto, tal como lo introduce la Ley 9/2017, de 8 de noviembre, de Contratos del Sector Público.
La LCSP incorpora la noción de que la ejecución de ciertos contratos, especialmente los de concesión de obras y servicios, se realiza bajo la modalidad de «riesgo y ventura».
Esto significa que, a excepción de situaciones de fuerza mayor, el contratista asume el riesgo inherente a la ejecución y explotación de las obras o servicios contratados, lo cual impacta directamente en la forma en que se gestionan estos proyectos.

El Concepto de Riesgo y Ventura según la LCSP
El LCSP riesgo y ventura se basa en el principio de que el contratista, al adjudicarse un contrato, debe hacerse cargo de la incertidumbre operacional.
Es decir, no se garantiza que, en condiciones normales, el contratista pueda recuperar la inversión o cubrir los costes derivados de la explotación de los proyectos.
La idea es que, al asumir el riesgo, los licitadores se involucren de manera más comprometida y responsable en la gestión de recursos y en la planificación de sus inversiones.
Además, este enfoque impulsa a que el contratista busque mecanismos de control y minimización del riesgo, transformando a estos proyectos en verdaderos retos empresariales.
Esta modalidad de contrato obliga al licitador a tomar decisiones estratégicas y a evaluar con detenimiento la viabilidad técnica y económica de los proyectos públicos, ya que cualquier error, cambio en las condiciones del mercado o imprevistos operativos recaerán sobre él.
De igual modo, la LCSP promueve una mayor eficacia en el uso de los fondos públicos, incentivando la optimización y la innovación en la gestión de los proyectos.
Es decir, no se garantiza que, en condiciones normales, el contratista pueda recuperar la inversión o cubrir los costes derivados de la explotación de los proyectos.
La idea es que, al asumir el riesgo, los licitadores se involucren de manera más comprometida y responsable en la gestión de recursos y en la planificación de sus inversiones.
Además, este enfoque impulsa a que el contratista busque mecanismos de control y minimización del riesgo, transformando a estos proyectos en verdaderos retos empresariales.
Esta modalidad de contrato obliga al licitador a tomar decisiones estratégicas y a evaluar con detenimiento la viabilidad técnica y económica de los proyectos públicos, ya que cualquier error, cambio en las condiciones del mercado o imprevistos operativos recaerán sobre él.
De igual modo, la LCSP promueve una mayor eficacia en el uso de los fondos públicos, incentivando la optimización y la innovación en la gestión de los proyectos.
Dentro del marco del LCSP riesgo y ventura, es fundamental distinguir entre concesión de obras y concesión de servicios.
En ambos casos, el contratista asume el riesgo operacional, pero la naturaleza y la ejecución de los proyectos varían considerablemente.
En las concesiones de obras, el contratista se encarga de la construcción y, en muchos casos, la posterior explotación de infraestructuras.
Sin embargo, en las concesiones de servicios, el contrato se centra en la prestación continua de servicios, donde el riesgo se relaciona con la calidad, continuidad y adaptación del servicio ofrecido.
En términos generales, la principal diferencia radica en la forma en que se transfiere el riesgo:
• Concesión de obras: el contratista se hace cargo del riesgo de inversión y explotación de la infraestructura.
• Concesión de servicios: el riesgo opera en la continua prestación y en la variabilidad de la demanda del servicio.
• Ambos modelos requieren una cuidadosa evaluación de la viabilidad, dada la falta de garantías de recuperación de la inversión.
Esta diferenciación es esencial para que los licitadores entiendan la magnitud del compromiso que deben asumir y estructuren sus estrategias de gestión de riesgos de acuerdo con las particularidades de cada modalidad contractual.
En ambos casos, el contratista asume el riesgo operacional, pero la naturaleza y la ejecución de los proyectos varían considerablemente.
En las concesiones de obras, el contratista se encarga de la construcción y, en muchos casos, la posterior explotación de infraestructuras.
Sin embargo, en las concesiones de servicios, el contrato se centra en la prestación continua de servicios, donde el riesgo se relaciona con la calidad, continuidad y adaptación del servicio ofrecido.
En términos generales, la principal diferencia radica en la forma en que se transfiere el riesgo:
• Concesión de obras: el contratista se hace cargo del riesgo de inversión y explotación de la infraestructura.
• Concesión de servicios: el riesgo opera en la continua prestación y en la variabilidad de la demanda del servicio.
• Ambos modelos requieren una cuidadosa evaluación de la viabilidad, dada la falta de garantías de recuperación de la inversión.
Esta diferenciación es esencial para que los licitadores entiendan la magnitud del compromiso que deben asumir y estructuren sus estrategias de gestión de riesgos de acuerdo con las particularidades de cada modalidad contractual.

Estrategias para Gestionar el Riesgo y Ventura en Contratos Públicos
Para quienes se enfrentan al LCSP riesgo y ventura, es indispensable adoptar una estrategia de gestión de proyectos robusta y adaptable.
En primer lugar, se debe realizar un análisis exhaustivo del riesgo inherente a cada proyecto.
Esto implica identificar todos los posibles escenarios que puedan afectar la ejecución del contrato y cuantificar el impacto de cada uno de ellos.
Por otro lado, es crucial contar con herramientas de gestión y modelización del riesgo que permitan prever desviaciones y establecer planes de contingencia.
Dentro de las estrategias recomendadas para gestionar el riesgo y ventura, se pueden destacar: • Desarrollo de un plan de riesgos detallado: realizar un mapeo de los posibles imprevistos y definir respuestas adecuadas.
• Evaluación y monitoreo continuo: seguimiento regular del estado del proyecto para detectar desviaciones a tiempo.
• Diversificación de inversiones: minimizar la exposición concentrada a un solo riesgo a través de la diversificación de proyectos o fuentes de financiación.
• Colaboración con asesores especializados: contar con profesionales en gestión de riesgos y contratos públicos que aporten una visión externa y técnicas contrastadas.
Esta aproximación no solo mejora la capacidad de respuesta ante cambios inesperados, sino que también brinda una base sólida para la toma de decisiones estratégicas, lo que puede mejorar las posibilidades de éxito en la ejecución del contrato.
En primer lugar, se debe realizar un análisis exhaustivo del riesgo inherente a cada proyecto.
Esto implica identificar todos los posibles escenarios que puedan afectar la ejecución del contrato y cuantificar el impacto de cada uno de ellos.
Por otro lado, es crucial contar con herramientas de gestión y modelización del riesgo que permitan prever desviaciones y establecer planes de contingencia.
Dentro de las estrategias recomendadas para gestionar el riesgo y ventura, se pueden destacar: • Desarrollo de un plan de riesgos detallado: realizar un mapeo de los posibles imprevistos y definir respuestas adecuadas.
• Evaluación y monitoreo continuo: seguimiento regular del estado del proyecto para detectar desviaciones a tiempo.
• Diversificación de inversiones: minimizar la exposición concentrada a un solo riesgo a través de la diversificación de proyectos o fuentes de financiación.
• Colaboración con asesores especializados: contar con profesionales en gestión de riesgos y contratos públicos que aporten una visión externa y técnicas contrastadas.
Esta aproximación no solo mejora la capacidad de respuesta ante cambios inesperados, sino que también brinda una base sólida para la toma de decisiones estratégicas, lo que puede mejorar las posibilidades de éxito en la ejecución del contrato.
Conclusión
El LCSP riesgo y ventura representa un reto para todos los licitadores en el ámbito de la contratación pública.
El concepto impulsa a que los contratistas se enfrenten de manera directa a las incertidumbres inherentes a la ejecución y explotación de proyectos, requiriendo una planificación meticulosa y una gestión proactiva de los riesgos.
Al concluir, es vital recordar algunas recomendaciones clave que los licitadores pueden aplicar: • Realizar un análisis detallado del riesgo y elaborar un plan de mitigación bien estructurado.
• Implementar medidas de seguimiento y evaluación continua del progreso del proyecto.
• Diversificar estrategias de inversión para protegerse de imprevistos.
• Contar siempre con la asistencia de un asesor especializado en la gestión de contratos con la administración pública.
En definitiva, entender y gestionar el LCSP riesgo y ventura es fundamental para afrontar con éxito la contratación pública, incrementando la eficacia y seguridad en cada uno de los proyectos.
Aplicando estos consejos, se facilitará un mayor control del riesgo, lo que redundará en una gestión de proyectos eficiente y responsable, permitiendo a los licitadores mantener una posición competitiva y bien preparada en el mercado público.
El concepto impulsa a que los contratistas se enfrenten de manera directa a las incertidumbres inherentes a la ejecución y explotación de proyectos, requiriendo una planificación meticulosa y una gestión proactiva de los riesgos.
Al concluir, es vital recordar algunas recomendaciones clave que los licitadores pueden aplicar: • Realizar un análisis detallado del riesgo y elaborar un plan de mitigación bien estructurado.
• Implementar medidas de seguimiento y evaluación continua del progreso del proyecto.
• Diversificar estrategias de inversión para protegerse de imprevistos.
• Contar siempre con la asistencia de un asesor especializado en la gestión de contratos con la administración pública.
En definitiva, entender y gestionar el LCSP riesgo y ventura es fundamental para afrontar con éxito la contratación pública, incrementando la eficacia y seguridad en cada uno de los proyectos.
Aplicando estos consejos, se facilitará un mayor control del riesgo, lo que redundará en una gestión de proyectos eficiente y responsable, permitiendo a los licitadores mantener una posición competitiva y bien preparada en el mercado público.
Top : Soluciones de LCSP Riesgo y Ventura: Entendiendo su Impacto en los Contratos Públicos
AS OPTIMUM: Asistencia experta de contratos de obra con marco contractual la Ley de Contratos del Sector Público. AS OPTIMUM.
Boletín Oficial del Estado: Ley de Contratos del Sector Público completa. BOE-LCSP.
Gobierto: Tipos de procedimientos de contratación pública. Gobierto.
Diario La Ley: Contenidos actualizados para estar informado de la actualidad jurídica. Diariolaley

info@as-optimum.com
+34 670 460 813
+34 620 810 829
lunes a viernes,
de 9:00 a 18:00